Mi primera vez... En Barranquilla viendo a la Selección

Ver a Colombia, sueño hecho realidad


Para todo aquel que es futbolero, siempre sueña con ver un partido de la Selección de su país. Algo que hace varios años era impensado, pero que siempre era sueño estar en el estadio y ver jugar a Colombia, se hizo realidad el 11 de Octubre de 2016, una fecha que recordaré con mucho agrado.

Todo empezó hablando con mis padres, ellos planeaban un viaje para la semana de receso. Y un domingo me comentaron que si quería ir a Barranquilla a ver jugar la Selección Colombia o ir a Bucaramanga al Cañón del Chicamocha, pues ambos son unos atractivos a los que no he ido, pero opte por el viaje a Cartagena y Barranquilla que era el que venía incluido en el plan.

Pasaban los días y las ganas de que llegará la semana de receso era inmensa, pues el partido coincidía con la semana de vacaciones que se da en el mes de Octubre, por lo que se facilitó la ida a dicho viaje. El plan incluía la boleta al partido, pero como dice el viejo refrán ‘Hasta no ver no creer’, yo no creía hasta no estar en el estadio (un poco desconfiado), pero así fue las boletas las entregaron dos días antes del viaje.

El viaje fue más largo que el discurso de Timochenko en la firma de los acuerdos de paz. Salimos el sábado 8 de Octubre a las 3 de la tarde, pero como es todo esté tipo de viaje no se cumple el horario, la salida se terminó dando a las 4 pm. Un total de cinco buses salieron, aproximadamente unas 200 personas. Nosotros íbamos en el bus numero 2. El viaje de ida duro 20 horas, se demoró un poco más de lo habitual, pues se hicieron muchas paradas para comprar cerveza y trago. Como en todo viaje debe haber personas de ambiente, en este caso fue un señor gordo de unos 60 años llamado Cesar, un exsargento retirado de la Policía. Esté hombre fue quien formó el descontrol, pues llevaba una garrafa de Néctar de la cual tristemente probé una copa nada más, la cual me ofreció muy gentilmente y yo nunca he negado un guaro, hay quien dice que eso es malo.

Durante el camino íbamos más perdidos que la virginidad de Esperanza Gómez, pues el camino es largo y son muchos los municipios que se pasan. Se les acabó la garrafa y a nosotros las ‘politas’ que llevábamos, por lo que hicieron una parada en un pueblo del cual no supe el nombre, el caso es que había un estanco y estaba barato todo. Compramos ‘polas’ y los otros Aguardiente Antioqueño. El aguante del Exsargento era increíble, después de una garrafa estaba más sobrio que cualquiera, no le hacían efecto los tragos a ese señor. La hora de llegada al hotel fue a las 12:30 del día domingo, el primer bus de los 5 en llegar fue el nuestro. Y registrar a 40 personas no es nada fácil, pues las trabajadoras del hotel parecían funcionarias de banco. Un buen hotel, pues desde que el restaurante sea buffet, cualquier lugar es bueno así…

Llegó el día esperado, el martes 11 de Octubre y jugaba la selección Colombia, y todos con la amarilla puesta desde temprano. La salida a Barranquilla era a las 8 am, y nos esperaba un viaje de algo más de dos horas. Con las ganas de llegar, no hallaba la hora de ver el aviso de toda ciudad con su “Bienvenidos a Barranquilla”, y así fue, verlo generó una sonrisa en mí, pues ya sabía que faltaba cada vez menos para llegar. El camino al Metropolitano (Estadio de Barranquilla) era largo, me daba moral las señales que indicaban que estábamos cerca. Ver ventas de camisetas, gorros, vuvuzelas, era otra guía la cual cada vez eran más las ganas de llegar al estadio. Y así nos dejaron cerca al Estadio.

Yo caminaba como cuando alguien va a recibir el pago de su trabajo, muy rápido y sonriente conociendo el entorno del estadio y de la ciudad. Revendedores en cantidades, vendiendo y comprando boletas, yo estaba pendiente del bolso de mi hermano, en el cual iban las boletas nuestras. Filas largas, y como todo novato en algo, llegamos a la tribuna equivocada, teníamos entrada para Norte alta y estábamos en sur, por lo que nos tocó darle media vuelta al estadio. Mientras llegábamos a la tribuna yo miraba el estadio y sus alrededores, y definitivamente el Fútbol es lo que une a este país. El estadio yo solo lo veía en tv, pero hay que verlo directamente para ver lo grande que es.

Empezaban las requisas, yo llevaba una tula, en la que iba la cámara y los policías me preguntaban que llevaba ahí, lo entendía por las señas que me hacían más no por lo que hablaban, pues hablan tan rápido que no lograba captar lo que decían. Con decirles, que se le entiende más a James en las entrevistas. 

Empezamos a subir a la tribuna, nos correspondía norte alta, y por fortuna fue está ubicación, debido a que durante el partido llovió y donde nos correspondió no nos alcanzamos a mojar. Estando en la tribuna, mi cara como la de un hombre enamorado de su mujer, si cara de tonto, mirando para lado y lado. Estaba más contento que Uribe después de saber los resultados del Plebiscito.

El ambiente es algo de lo que uno queda más contento, pues se siente de una manera única, el cantar el himno hace erizar la piel de cualquiera. La emoción de cantar un gol entre otras cosas hace de esta experiencia ser algo único.

Por fortuna empatamos, pues de no haber sido así hubiese sido la sal del partido. Menos mal no fue así. Solo queda agradecer a Dios y a mis padres por hacer realidad este sueño que de niño tenía. Y recomendado para todos, es una gran experiencia, ver como personas de todo el país van a ver la selección y el saber que la tricolor es lo único que une a todos los colombianos ya que la selección nos alegra y pone a celebrar así gane, empate o pierda. ¡Brindemos por eso! 

Redacción y fotografía: Daniel García


Comentarios

  1. Daniel al igual que tú tambien tuve esa maravillosa experiencia, muy buen trabajo deseo para ti los mejores exitos y que quizas despues podamos gozar otro partido de nuestra hermosa seleccion en vivo y en directo.

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    1. Así es. Es una experiencia fantástica. Gracias por leerme. Saludos.

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