Se vale soñar
A
octavos
Por: Daniel García
Lo que
empieza mal termina mal, dice el viejo y conocido refrán. Aunque hoy, la Selección
Colombia dio una muestra que esto no siempre se da a cabalidad, y logró lo que
hace más de una semana estaba muy envolatado, la clasificación a octavos de
final del Mundial Rusia 2018.
Sin duda
el golpe con Japón puso a dudar a más de uno. Pero, esta selección sacó la
casta y jerarquía que se venía necesitando en este tipo de competiciones. Un equipo
que asumió con madurez una difícil derrota en un debut. No es fácil comenzar un
mundial perdiendo, y revertir esta situación es de grandes.
Frente a
Polonia volvió la ilusión, el gran juego y los ansiados goles. Un gran partido
del ‘tricolor’, que pese al revés inicial logró levantarse y retomar el camino
de la esperanza. Y seguía el que para mí sería el partido más difícil del
grupo, Senegal.
Senegal,
tiene jugadores potentes, fuertes y altos, lo que sin duda caracteriza el fútbol
africano. Un equipo que incomoda y así lo hizo frente a Colombia, en un juego
que fue más táctico que de posesión. Un partido en el que las acciones fueron
escasas y que la pelota quieta lo
definió.
El
tempranero cambio de James por Muriel fue un acierto de Pekerman, que entró
enchufado y con ganas. A su vez la incorporación de Mateus por encima de
Barrios, teniendo en cuenta el buen partido de Barrios supliendo a Sánchez
frente a los polacos, Pekerman se decidió por Mateus que le da mejor presencia
ofensiva, buena salida de atrás y el sacrifico en marca que también tiene. Un partido donde la individualidad no peso, por cómo se plantó el rival pero se logró el objetivo de ganar y clasificar primeros.
Lo de
Ospina sensacional, le toco intervenir y respondió. El cuarteto defensivo se ha
compactado bien, aunque hubo unas distracciones que casi cuestan, pero mejora
el panorama en defensa. Yerry Mina es garantía por el juego aéreo, dos goles en
dos encuentros demuestran su poderío, un pilar para el cuarteto defensivo. Un
Arias comprometido en defensa que es su prioridad, faltó acompañar más a
Cuadrado, pero había que neutralizar a Mané.
Otro
aliciente al encuentro fue la intervención del polémico VAR, en la jugada de Dávinson
que por fortuna el árbitro opto por ir a ver para ver si mantenía o abolía su decisión.
Para fortuna nuestra, el VAR hoy si fue justo.
El
delirio del fútbol lo estamos viendo Rusia. Gente de diferentes partes del
mundo unidas por una misma pasión, apoyar su selección. Ha sido lindo ver cómo
sin importar color, raza y nacionalidad las personas disfrutan de esta fiesta,
porqué eso es un mundial. Un mundial donde ha pasado lo impensado, los
favoritos han perdido ese rotulo y que puede pasar cualquier cosa.
Se pasó
de la tristeza con Japón, a la esperanza frente a Polonia y la ilusión frente a
Senegal.
¡Se vale
soñar!
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