De la contundencia a la paridera

Por: Daniel García 

Deportes Tolima aseguró su clasificación a las semifinales de la Liga Betplay 2021-2 tras vencer a Millonarios en un partido que pintaba para goleada, pero terminó sufriendo como es costumbre con el actual campeón de Colombia.

Como suele pasar, siempre se recae el ‘morbo’ tras lo que fue la final liguera de junio que terminó dando al equipo de Ibagué como campeón en el Estadio Nemesio Camacho el Campín en aquella tarde de ensueño para Juan Fernando Caicedo, gran artífice de la tercera estrella para el vinotinto y oro.

Un partido donde Tolima probablemente hace uno de los primeros tiempos más contundentes en la Liga del año, en el que Daniel Cataño jugó uno de sus mejores partidos desde su estadía en el equipo. Esto, tras participar directa e indirectamente en los tres goles, algo que llega en buen momento para las instancias finales.

El cambio de Ómar Albornoz por Junio Hernández dio sus frutos, pese a lo resistido que ha sido el cartagenero por su nivel futbolístico como su vida fuera de las canchas. Abrió el marcador e influyó en el segundo gol, algo que hacía falta por esa banda ante el bajo nivel del canterano Hernández, quien tiene muy buenas condiciones, pero no se ha logrado consolidar.

Sin embargo, en la parte complementaria el partido tuvo un giro completo y fue netamente para el azul, donde salió con actitud y las variantes hechas por Alberto Gamero dieron sus resultados. El ingreso de Daniel Ruiz le cambió la cara al visitante y fue determinante para la consecución de los goles. Un Tolima que cedió el balón y los espacios, producto del relajamiento tanto futbolístico y táctico que se dio.

Cada partido con Millonarios siempre se torna especial, tras el antecedente liguero, la estadía de un ídolo como Alberto Gamero que conoce muy bien a gran parte del plantel actual al cual dirigió y el gusto del hincha que, para la retina del juego y espectáculo, ambos elencos se han caracterizado por dar un buen juego.

Después de tener un partido controlado, se terminó pidiendo tiempo, lo cual no puede volver a pasar a sabiendas de lo que se avecina como son las instancias finales. El equipo durante este semestre ha sido muy irregular tanto en resultados como en el juego y eso es lo que al hincha preocupa.

A pesar de ello, se ganó que era el principal objetivo y con ello asegurar la clasificación en casa y con la hinchada que respondió ante un crucial juego.

Lo negativo y que no se puede dejar pasar, fue el nefasto comportamiento de la hinchada visitante que es una constante y daña el espectáculo, algo que pareciera insólito generar peleas entre ellos mismos, situación que demuestra la intolerancia que continúa detrás de la pelota.

A falta de dos juegos para culminar el todos contra todos se deberían aprovechar dar rodaje a los jugadores suplentes y así lograr dar un respiro a los habituales titulares. Decirle al hincha, que, pese a las adversidades con este equipo, nunca debemos de dejar de creer y hay que apoyar hasta el final.

¡Vamos Tolima!